lunes, 23 de enero de 2012

El MESSI-AS vuelve a predicar fútbol puro


Cualquier análisis debe siempre partir de unas condiciones de contorno que van a originar una solución u otra diferente en función de las mismas. Los “hombres” de ciencias conocen esto, el contexto es parte trascendente en la obtención de los resultados. Este preámbulo nos lleva a definir las particularidades del partido que enfrentó a Málaga y Barcelona en la Rosaleda en el día de ayer, ya que, sin estas, el análisis sobre la puesta en escena de Lionel Messi quedaría capado. Todo parte de los condicionantes que nos trajo el partido antes de su arranque. El escenario que se le brindó al Messi-as para su retorno al máximo rendimiento es consecuencia de estos. Luego “La Pulga” tuvo que explotarlo y a fe que lo hizo de una manera brillante y determinante. Tuvimos la suerte de ver la mejor actuación individual del astro argentino en varios meses. Fue el principio y el fin, el alfa y el omega de su equipo en la tarde-noche malagueña de ayer. Brillantez en la gestación y resolución en la definición.

MALA GESTIÓN DE PELLEGRINI DE SUS EFECTIVOS + AUSENCIA DE XAVI= EXPLOSIÓN MESIACA 

El Málaga se presentaba en el partido sin su hombre más determinante en el plano táctico. La bisagra Toulalan no era de la partida. Este contratiempo originó que los espacios interiores entre defensa y mediocampo fueran puentes de plata para Iniesta y Messi en mayor medida. El francés es el jugador que proporciona el factor corrector en el aspecto defensivo en el equipo de la Costa del Sol. Es el chico de los recados, el que realiza los trabajos de secretariado para sus compañeros. Siempre está para contrarrestar los desajustes defensivos, las ausencias de repliegue de algunos compañeros y para proteger la corona del área, la zona de oro en el fútbol moderno. Donde hay un problema que resolver, allí aparece el ex del O.L. y lo hace generalmente con brillantez.

No contar con Jeremy para Pellegrini fue una losa demasiado pesada. Maresca y Eliseu naufragaban en el aspecto defensivo, su espalda era fácil y un atajo cómodo para encontrar los caminos que llevan a Willy Caballero. Allí Messi encontraba espacios para gestar la jugada, para ser el receptor del balón cuando llegaba la hora de buscar la profundidad en el juego blaugrana. 

La ausencia de Xavi en el once de partida de Pep potenció a otros dos jugadores más de los tres que compartían el posicionamiento interior del rombo en mediocampo blaugrana. Busquet tuvo una mayor responsabilidad en el inicio de la jugada. Sin el de Tarrasa como apoyo en el primer pase, Sergi se las ingenió para modificar un poco su aporte al equipo. Recaía sobre él un mayor trabajo y una función que se observó en los primeros minutos del choque. El teórico mediocentro se incrustaba entre centrales para formar línea de 3 en el comienzo del juego ofensivo barcelonista ante el empuje en la presión malaguista en el comienzo de partido. Quién no respondió a las exigencias fue Thiago Alcántara. El hijo de Mazinho tenía la misión de hacer de Xavi pero no brilló y fue el menos trascendente en el mediocampo barcelonista. 

El duopolio del control del partido recayó en la figura de Iniesta y Messi. Sin Xavi, la verticalidad es mayor si los dos “chiquititos” toman el mando. Su capacidad para superar líneas en conducción y su estilo de mayor profundidad en sus acciones, frente al Xavi-Control, originan que el Barcelona sea menos denso, lo que no tiene que equivaler a ser más efectivo o brillante. Sin embargo ayer el protagonismo de Andrés y Lionel llevó a que su equipo volara más en ataque. 

En particular se vio potenciada la figura del argentino en el momento en el que el Barça decide cambiar revoluciones y ser más profundo. Vimos un Messi muy argentinizado-con un rol muy parecido al que asume en la selección Albiceleste-, bajando a recibir incluso casi a línea de medios, con la consiguiente recepción de segundo pase en el arranque de los ataques. Esto llevaba asociado que casi nunca rompiera en profundidad- buscó el apoyo frente a la ruptura en sus desmarques-  y que tuviéramos la posibilidad de observarlo mucho más asociativo que conductor, más generador que resolutivo. Casi nunca ocupó la posición más adelantada de su equipo. Su lugar en el campo fue el de 10, con ausencia de un delantero centro claro salvo en las ocasiones en las que Alexis Sánchez intercambiaba su trabajo como amplificador del campo por el de percutor en el área. 

Lionel se encontró muy cómodo jugando casi siempre por detrás o en la línea de balón. Desde ahí empezó a generar asociaciones, como la que ya habíamos visto en el Bernabéu, con Abidal o la que marca la lógica con “Don” Andrés Iniesta. Amplificada también se vio su llegada desde segunda línea. No era el día para que Messi matara al rival con sus brillantes slaloms a lo Alberto Tomba dejando rivales atrás. Se vieron en algunas ocasiones, pero el peso que fue determinante en el juego y resultado se derivó de su rol como origen y comienzo de los momentos de aceleración del ataque catalán. El extra pass habitual de Xavi y su peso en la posesión no formaban parte del partido. Allí “La Pulga” encontró un hábitat al que Pellegrini nunca puso trampas.

EL ACORDEÓN GUARDIOLA , LA TERCERA CLAVE DE MESSI-MOMENTO

Observamos un Barcelona amplio, Pep optó por la doble A- Alexis y Adriano- para acompañar a Messi en el teórico tridente de ataque. En los primeros pases de salida del juego, estos eran extremos puros para generar espacios interiores que permitieran que la recepción messiaica o de Iniesta fuera lo más sencilla y limpias posible. Cuando los gestores estaban en posesión de balón, el equipo se cerraba, los externos tiraban diagonal interior para generar un pase en apoyo y continuación para los internos-Andrés y Lionel- y luego buscar la culminación de la pared con un desmarque de ruptura. Movimientos ofensivos de acordeón para facilitar primero la recepción del balón de los jugadores encargados de gestar el juego de ataque y después ofrecer opciones de pase o limpieza de espacios. Equipo abierto que se cierra, facilidad de recepción y de continuación.

Para completar este contexto de ataque que potenció la figura de Messi, los laterales se sumaron con criterio y continuidad. Abidal y Alves- la doble A de banda defensiva- ocupaban los espacios exteriores cuando la doble A ofensiva buscaba posiciones interiores o de ruptura con sus diagonales.  El campo malaguista siempre estuvo ocupado en todo el ancho, permitiendo que Lionel tuviera muchas opciones de pase, tanto por dentro como por fuera y tanto en apoyo o en ruptura. 

Bonita la propuesta de Guardiola para explotar al máximo a su hombre insignia. Este  le correspondió como merece la preparación del territorio ofensivo, lo que nos condujo a ver un Barcelona valiente, menos contemplativo que en otras ocasiones y el cual, por fín, consiguió brillar fuera de su estadio. Valentía y terreno preparado para Messi nos diera una versión ampliada y muy mejorada a la que estábamos viendo desde la vuelta de las vacaciones. 

Tampoco olviden que Pellegrini hizo lo suyo por colaborar en que Lionel fuera el todo de un partido bien jugado por su equipo y muy mal por el malagueño.

viernes, 13 de enero de 2012

Las falsas alas del periquito azul (II): Análisis Ofensivo


“Dime cómo defiendes y te diré como atacas”. Esta frase se está convirtiendo en máxima en el fútbol, se está llegando a un punto donde el juego se entiende como un todo y no como la suma separada de las partes. El todo siempre es mayor que la suma de  las partes, siempre, no lo duden. Establecer un modelo global es el objetivo y las acciones ofensivas se ven influenciadas en la manera en la que un equipo defiende. Hemos analizado con anterioridad el modelo defensivo del Espanyol de Pochettino sin dejar de referirnos a algunos matices ofensivos. Estructuración defensiva con intensidad en la zona de balón para robar y buscar el contragolpe. 

Poche busca que su principal arma ofensiva sea la transición de ataque, de ahí que comentáramos en el análisis defensivo el por qué de la asimetría manifiesta cuando le toca defender a su equipo. La clave del modelo defensivo es activar jugadores para ser referencia en la salida del contragolpe. Hablamos de falsas alas, con un posicionamiento de partida de los extremos abiertos, pero con tendencia principal a jugar por dentro. No es correcto decir que sólo en salida de balón aparecen abiertos porque en ocasiones-como variante- observamos que los pericos buscan tener amplitud. Eso condiciona el modelo defensivo y mucho, acrecentando el problema de ocupar las bandas defensivamente con eficacia. 

EL DESPLIEGUE DE LAS ALAS ES NEGATIVO

En la segunda parte del encuentro contra el Barcelona Pochettino realiza un cambio táctico, la salida de Weiss lleva a Verdú y S. García a los costados. A priori es un cambio que sólo debe llevar a una restructuración posicional de los 2 hombres clave en el Espanyol. El problema fue que se convirtió en un cambio de actitud de estos. Vimos a ambos jugando muy abiertos, el entrenador perico busco como solución para remontar el partido la amplitud. Y el resultado pudo ser nefasto de no mediar una actitud del F.C. Barcelona muy poco agresiva. El dominio posicional blaugrana fue total y se vieron los peores momentos del Espanyol en todo el derbi. Debió quedarse fuera del partido, el rival “lo evitó” con su poca profundidad. 


Analizamos una de las consecuencias que tuvo esto, la segunda se analizará en el próximo capítulo referente a las individualidades. Al igual que decíamos “dime como defiendes y te diré como atacas”, la frase es reversible. “Dime como atacas y te diré como defiendes”. Desde la búsqueda de la amplitud con extremos abiertos, el Espanyol brindó un escenario de partido al Barcelona ideal. Si antes hablamos de qué uno de los teóricos extremos no replegaba-el del lado débil-, cuando estos se convierten en extremos reales-abiertos- y se despliegan las alas pericas, su ausencia de vuelta a posiciones defensivas se hace manifiesta. Eso origina que los pasillos laterales para el rival sean autopistas. Posicionamiento 7+3, 7 defienden y 3 atacan, que rompe la estructura global del equipo, convirtiéndolo en dos bloques. Defensa y ataque se dividen y desaparece la continuidad del juego. Peor posicionamiento defensivo que deriva en ausencia de recuperación y nula capacidad para contragolpear.


Esto se convierte en una tónica dentro del partido durante los primeros 20 minutos de la segunda parte. 

Xavi, que había pasado la primera parte de manera intrascendente en el partido, se convierte en receptor muy fácil del balón y con espacios. El escenario es ideal para machacar al rival. Sin embargo, el “Noi” de Terrasa saca su versión más conservadora y se dedica a bajar revoluciones al partido y hacer fútbol control. Por ahí sigue vivo el Espanyol, después de regalar la activación de Xavi.


A RITMO DE TRANSICIÓN

La palabra clave en el fútbol de ataque es profundidad. Y las vías para conseguirla son múltiples, aunque el tópico comentario hable de “jugar por los extremos”. El equipo de Pochettino vive de la transición defensa-ataque, verticalidad, velocidad y ruptura tras recuperación. Mañana analizamos el papel de S.García-Verdú en este sentido. Ahora nos centramos más en el cierre de las alas del periquito para  obtener la profundidad en la transición  de ataque. los “externos”-cerrados casi por norma en el contragolpe- los que buscan la profundidad con el desmarque al espacio, orientados siempre a portería rival, no buscan el juego de espaldas. Cierran su posición y habilitan dos líneas de pase profundas pero no muy  de largas. Eso origina que encuentren soluciones para contragolpear y obligar al rival a tener que replegar. 


Sergio García retrasa su posición de 9 a la de 10. Al cerrarse los extremos consiguen que disminuya la distancia necesaria para el desplazamiento del poseedor de balón, lo que aumenta su efectividad.


En general es el falso 9 el habitual lanzador de los falsos extremos, de ahí la importancia capital que mostraremos mañana de S. García en este equipo. 



Observamos el beneficio obtenido del cierre de las alas, conseguir una transición de ataque poderosa con dos jugadores verticales, veloces y con capacidad para el desmarque de ruptura. Esta es la base del juego ofensivo de Pochettino, la asimetría y cierta anarquía de sus tres jugadores más ofensivos-en el sentido de no actuar como lo que teóricamente parecen ser- convierten el contragolpe en el arma ofensiva principal bajo una estructura definida y trabajada. 

POSTDATA: 

Se recomienda leer antes el “primer capítulo de este análisis”: Las alas del periquito azul (I) para poder comprender mejor las conclusiones sacadas en este.

Mañana se analizará la importancia de las individualidades, en particular de los dos hombres clave en este Espanyol, la pareja Verdú-S. García. Estudiaremos qué ocurre cuando están activados y cuando no, puesto que suponen 1er y 2º escalón en el juego ofensivo de transición de los españolistas.  Además hablaremos del hombre de moda en el fútbol nacional, Álvaro Vázquez y la variante que origina su presencia en el campo.

Las falsas alas del periquito azul (I): Análisis defensivo

 La realidad es que este artículo de vuelta al blog pretendía  publicarse el pasado lunes e iba a versar sobre la recuperación del balón del equipo culé en su partido frente al R.C.D. Espanyol. Iba a ser así por la falta de homogeneidad habitual de los pupilos de Pep Guardiola. Su mapa de “calor” de recuperación de pelota el pasado sábado fue mucho más amplio y representa en parte las dificultades que tuvo el equipo  blaugrana para llevarse el derbi de Barcelona. Pero, dado que el próximo rival sevillista es el club perico, nos centraremos en analizar un concepto muy bonito e interesante desde el punto de vista táctico que se pudo constatar con mucha presencia la jornada pasada en los chicos de Pochettino.
Se suele mostrar a este Espanyol como un equipo que se posiciona en el campo bajo un 4-2-3-1 de carácter muy convencional. Sin embargo esto dista mucho de ser lo real. Ante el Barça vimos que su disposición fue un híbrido entre el 4-3-1-2( 4-4-2 de rombo cerrado) y el 4-3-3, alternándose ambos sistemas de forma natural y según si los pericos tenían o no la pelota.

En la fase defensiva se posicionan bajo un 4-3-1-2, siendo Sergio García, el teórico delantero dentro, quién ocupa la posición por detrás de los dos teóricos extremos. Y decimos teóricos porque en la práctica casi nunca lo son, ni Sergio es el 9 de referencia ni Thievy y Weiss-los habituales externos- tampoco juegan pegados a la cal. Se observa como ambos jugadores cierran su posición y actúan como delanteros, de ahí la denominación de falsas alas que se les da en el análisis. La misión es doble, la primera cerrar la salida de balón por el centro y la segunda ser las referencias para la contra cuando su equipo  recupera balón. En general siempre uno de ellos se desentiende del repliegue y es la salida natural para buscar la transición ofensiva, el jugador que empuja la defensa rival hacia atrás para permitir la conducción de los compañeros de segunda línea y que ofrece una solución de pase en ruptura. Esa asimetría en el repliegue abre las opciones del rival para encontrar profundidad.

 En posesión de balón la cosa cambia, el dispositivo posicional es un 4-3-3 donde se parte siempre de la amplitud. Los extremos sí comienzan la rutina de ataque pegados a la cal, aunque sus movimientos son siempre con tendencia al centro y para picar al espacio. En defensa no son las alas del equipo y en ataque son alas que se cierran para dar mayor juego interior y de ruptura. Además alternan su posición de partida, es habitual que cambien de banda a lo largo del partido. Y esto se debe a que su misión no es la amplitud sino el desmarque a la espalda de la defensa.

  
SIN BALÓN  EL PERIQUITO QUIEBRA UNA DE SUS ALAS

 Sin balón, el repliegue perico costa de dos fases. La primera está recogida en la primera diapositiva, posicionamiento 4-3-1-2 para realizar una presión alta en campo propio con líneas juntas y defensa adelantada. En la segunda, cuando el rival vive en campo blanquiazul, observamos un Espanyol asimétrico en el repliegue, donde sólo retrocede a posiciones defensivas uno de los jugadores de banda, el que se encuentra en la zona de influencia activa del juego. El lado débil aparece desprotegido, los cambios de orientación del rival aseguran que la recepción del balón sea sencilla y cómoda para el jugador del lado contrario. Esto se debe a que la tendencia natural del equipo de Pochettino es que uno de sus teóricos exteriores sea la válvula de oxígeno que permita la salida a la contra. Observamos un achique fuerte sobre la zona de influencia del juego, pero no la protección de todo el ancho del campo. La asimetría es evidente y la disposición táctica españolista se asemeja al 4-4-1-1.


El perfil es indiferente, este concepto se repite en ambas bandas. El falso extremo del lado activo del juego si aporte repliegue, mientras que el otro se posiciona como delantero centro para estar activo en caso de recuperación cerca de la pelota y ser la referencia principal para la salida a  la contra. En el lado opuesto ocurre lo mismo, tanto Weiss como Thievy tienen el mismo comportamiento. No depende de los jugadores, es algo propio del equipo.

 
Podemos observar como la asimetría es evidente y su finalidad muy clara. Tanto S. García-teórico 9- como el extremo que no repliega-el del lado no activo del juego- se posicionan de cara a portería rival, no giran mirando a campo propio. Están a la espera de la recuperación y con su cuerpo orientado para ofrecer un pase con recepción de cara que les permita armar la transición de ataque en caso de hacerse su equipo con el balón.

  
Pochettino pretende con este posicionamiento que su salida en contragolpe tenga dos referencias activas. Para ello debe pagar un peaje importante, la desprotección del lado débil. Cuando el rival es capaz de cambiar la orientación del juego con velocidad de banda a banda, haciendo el campo amplio, el pasillo encontrado para conseguir profundidad es muy grande. En el gol de Cesc se pone de manifiesto todo lo expuesto. Como se dice tópicamente, la manta en el fútbol no da para cubrir todo. Y donde no llega la manta, lo que define es el talento. 


Los cambios de orientación, unidos a la amplitud del rival, dan muchos problemas defensivos al Espanyol. El lateral del lado débil se encuentra en ocasiones con una inferioridad muy manifiesta. El interior debe bascular y hacer la ayuda muy rápido. La dependencia del físico, activación y talento defensivo se convierten en la única arma defensiva. Talento vs superioridad, una batalla generalmente desigual en Primera División, donde la superioridad suele ser la vencedora. 


POSTDATA: 
El artículo se ha dividio en tres partes, de forma que su lectura sea menos pesada. El trabajo es profundo, por lo que mejor repartirlo en pequeñas dosis. El resto del análisis se publicará en el día de hoy- análisis de la fase ofensiva- y mañana por la mañana-referentes individuales-. 

jueves, 15 de septiembre de 2011

La Real como vía para alejar fantasmas

Analizando potencial de plantilla, expectativas de cara a la temporada u objetivos marcados para el nuevo campeonato, el resultado de la ecuación planteada para el partido entre Sevilla F.C y Real Sociedad nos debería dar una victoria nervionense. Sin embargo, el fútbol es un estado de ánimo, las sensaciones dejadas marcan cierta tendencia y el rendimiento en el 105x70 es el que marca el resultado. Y aquí, los donostiarras no han estado por debajo de los sevillanos. Después de vencer merecidamente al  Sporting y empatar contra el Barcelona, la Real llega crecida a Nervión.

Montanier parece haber calado pronto en el vestuario realista, su libreto ha comenzado dando resultados pronto y eso lleva al crecimiento de la autoestima. Dentro de las dificultades económicas que pasa el cuadro blanquiazul, la propuesta y la configuración de plantilla son bastante positivas. El técnico galo, ex del Valenciennes, llegó a Anoeta con una trayectoria poco llamativa, pero muy interesante al conseguir que su ex equipo hiciera dos de las mejores temporadas de su historia. Proveniente de un modesto de la Ligue 1, su adaptación a la situación txuri urdin no ha sido nada compleja. Los recursos eran pocos, como en su anterior reto profesional, y había que comenzar a trabajar sin grandes estrellas ni contrataciones deslumbrantes, escenario conocido para él. 

Deberá sacar partido a una plantilla que se basa en el poder de la cantera bajo su habitual 4-3-3, disfrazado de 4-5-1. En Portería debería estar Bravo, ya un clásico en la portería vasca, aportando sobriedad y confianza a su zaga, una línea de 4 en la que prima el físico. En los laterales aparecen dos jugadores con capacidad para proyectarse en ataque, más C. Martínez en derecha que De la Bella en izquierda, y calidad en el centro si se les deja metros.  Como centrales, Demidov dando más jerarquía, junto a I. Martínez como compañero. 

Por delante, tres jugadores en zona central del mediocampo bajo la configuración de Medio Centro y dos interiores. En el vértice inferior del triángulo comparece Illarramendi, un mediocentro de carácter táctico muy interesante. Aparece en las ayudas, domina el posicionamiento y le da salida al juego, jugador a seguir. Por delante, Mariga es el interior físico, de carácter más destructivo, el más implicado en las labores defensivas, junto a Zurutuza como hombre más creativo y con carácter llegador desde segunda línea. La opción de Aranburu como interior no es descartable y, de no ser de la partida, lo habitual es que fuera uno de los cambios de Montanier.  

El desequilibrio aparece arriba en los costados, con dos interiores o falsos extremos, que ponen el talento. Para acompañar a Xabi Prieto-alma mater del equipo-, aparecen dos opciones, Griezmann y Carlos Vela, ambos zurdos, jugadores de 1x1 en conducción y con capacidad de llegada. El francés aporta mayor recorrido defensivo, mientras que el mexicano proporciona mayor capacidad realizadora. Además de ser los hombres encargados de marcar las diferencias, los exteriores aportan ayudas defensivas a los laterales, no desentendiéndose del repliegue defensivo. 

Como punta de la lanza, el 9 será una de las sensaciones del arranque de temporada. Un Aguirretxe que lleva 3 goles y se ha mostrado como un maestro en la definición en el remate de cabeza. Además aporta presión y desmarque de ruptura entre centrales para dar oxígeno a su equipo.

En el plano táctico, la Real domina tanto el juego con como sin balón. Repliegan para formar un 4-5-1 en defensa en el cual los laterales tienen tendencia a cerrarse en exceso hacia sus centrales, de forma que, en ocasiones, cierran con una defensa de 5, acostándose en la línea de retaguardia uno de los interiores de banda. Su tendencia es a intentar no meter su línea defensiva demasiado atrás, mediocampo y defensa se posicionan juntos para evitar juego entre líneas y alejados lo más posible de Bravo. En ataque su juego suele ser vertical y buscando las entradas por bandas, donde los laterales se incorporan. En especial, destacan por su profundidad en el lado derecho, donde C. Martínez y Xabi Prieto se complementan bien y tienen calidad en el centro buscando los remates de Aguirretxe.

Equipo con poco  nombre el que visita el Sánchez Pizjuán pero con ideas muy claras y refuerzo positivo de los resultados. La pelota está en el tejado de Marcelino y sus chicos. Todos esperamos la victoria para alejar fantasmas que nos recuerdan demasiado a los vistos la temporada pasada. Nervión debe empezar a convertirse en un fortín desde ya, las sensaciones dejadas por el equipo deben mejorar, pero ante todo lo fundamental es sacar resultados. Esperamos que no haya exceso de confianza y el equipo salga con un buen ritmo de partido.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Apuesta al par y rojo: El proyecto en manos de Marcelino


Cada aficionado es un mundo, un individuo que piensa y siente de una manera particular. Sin embargo, estos se agrupan a través de corrientes de afinidad que estructuran a la masa social de un club en diferentes estratos. En Sevilla se habla mucho de esta estratificación, de la diversidad de posiciones dentro del sevillismo. Cuando esto ocurre, la partición del todo y su exceso de exposición, en un ente social y expuesto a la opinión pública es señal inequívoca de que los caminos seguidos no son los más adecuados. Los actos definen los resultados, esto haces, esto tienes. Y cuando se obtiene diversificación de opiniones y posturas alrededor de cualquier situación uno debe preguntarse qué es lo que ocurre porque las cosas no se están haciendo bien.   

El sevillista de a pie lleva 3 años recibiendo una serie de frustraciones y decepciones importantes. Estas han llegado a nivel de resultados, con la no suficiente contención de una caída más que previsible desde el punto máximo de rendimiento de la entidad en los últimos cincuenta años, sazonada con momentos puntuales de pérdida de oportunidades históricas o ridículos de mucha proporción. Y también lo han hecho a nivel de plantilla, con la no consecución de una serie de fichajes que parecían cerrados y no se han obtenido. Un abonado o simple aficionado mira hacia atrás, observa los mensajes que ha recibido desde entonces, y analiza la situación actual y es lógico, normal y entendible que se muestre decepcionado, frustrado y que saque su lado más crítico, más mordaz o más voraz contra lo que está observando.  

A día de hoy es muy complicado contener el choque de opiniones.  Lo peor es que la división nunca trae resultados. Si dentro de una sociedad existe polaridad se está lejos de la obtención de los objetivos o resultados deseados. Existe oposición de la afición para con el club y también dentro de los propios seguidores sevillistas. El caldo de cultivo para el cisma se engrandece cada día que pasa. Y la gota que ha colmado el vaso ha sido este Agosto de 2011. La no presencia en Europa League, tras la decepción de observar que el equipo no estaba para poder pelear por entrar en Champions, y la configuración final de la plantilla han supuesto la puntilla para que las voces se enaltezcan. Aquellos que buscan motivos para justificar los acontecimientos se quedan con pocos argumentos. Incluso se observa que también caen en la decepción.

Tratar de analizar en positivo que el Sevilla se haya quedado con dos delanteros puros en su plantilla se hace casi imposible. A todas luces se muestra como un error, el principal, mayúsculo. No es el único en cuanto al análisis global de los efectivos con los que cuenta Marcelino para la próxima temporada, pero sí el que se atisba más trascendente. El asturiano está en un proceso de estructuración del equipo en base a un sistema 4-4-2. Parece bastante enrocado en esta posición, en mantener su sistema predilecto. No sabemos cuáles habrán sido las conversaciones internas, que se supone que las habrá habido. Queremos creer que se tiene un plan B. El “marrón” ahora recae sobre el entrenador. A Marcelino le va a tocar la papeleta de resolver la situación de desequilibrio de la plantilla. O se reinventa o saca un efecto de su chistera con el que no se contaba. 

Cierto es que la ausencia de competición europea libera la presión sobre la plantilla, en cuanto a competición. No sólo es analizable el número de partidos inferior que se juega, se disminuyen los desplazamientos, los plazos de recuperación aumentan y los tiempos de preparación de partidos y sistemas se acrecientan. Pero no valen como escusas para la no llegada de un delantero, máxime después del varapalo europeo. Sólo sirven para agarrarse a un clavo ardiendo y no dejarse vencer por la decepción. 

La directiva del Sevilla debería haber valorado la situación desde otros ángulos diferentes al económico. Es entendible que la situación económica no sea la más adecuada, pero el aficionado no tiene culpa. Si se ha llegado a este momento es debido a la gestión económica y deportiva y como consecuencia de los resultados obtenidos en los últimos años. El margen de maniobra parece, desde fuera, que ha sido muy estrecho. Sólo, mientras no se diga lo contrario, parecía existir una opción para mejorar lo que había en plantilla. Fuera de ahí, algo siempre será mejor que nada, y se tenían que haber valorado otras opciones.
Hacer más fuerte la plantilla, aún con efectivos de clase b, era otra visión a la que unir a la económica. Para el Sevilla actual es muy importante, de cara a no verse imbuido por un proceso de retroceso en el que parece estar cayendo sin parada, entrar entre los cuatro primeros de cara a mantener el discurso actual. Y por último está la social. La pelota mandará y será la que pueda reconducir la situación. Pero desde el punto de vista social, la gestión de la actual directiva no está siendo brillante, por calificarla de alguna manera. Las críticas, hasta ahora totalmente justificadas, van en aumento. El clima de crispación en los abonados y aficionados que se respira es cada día más denso. Y desde el club no se ponen las medidas necesarias para que se vuelva a una situación de calma. Solucionar esta situación nunca puede ser responsabilidad del aficionado.

El acometer un esfuerzo económico por encima del “estrictamente posible”  se antojaba necesario. Hipotecar un poco el futuro cercano por tratar de obtener un presente mejor, o al menos más fácilmente alcanzable, hubiera sido una valoración positiva. El tiempo dará y quitará razones, pero no se parte de la situación más cómoda para llevar a cabo un objetivo complicado. El aficionado tendrá que agarrarse al cuadro técnico, a la vista de cómo queda la plantilla.

“In Marcelino We Trust”- En Marcelino, nosotros creemos-, es el único grito que podemos hacer nuestro. La dirección del cuadro sevillista ha dejado demasiadas cosas en su mano, confiemos en que el asturiano nos de lo que esperamos de él, desde una posición de mucha desventaja frente a otros rivales. Otra planificación que sumar a las anteriores para plantearse muchas cosas en el actual Sevilla F.C. Como por ejemplo, si no es hora ya de cambiar el discurso…..

martes, 30 de agosto de 2011

Cesc, el retorno del Rey

La juventud de Cesc Fábregas ha sido bastante acelerada. A los 16 años salió de la Masia rumbo a Londres tras firmar un brillantísimo mundial sub,17 con la selección española. Wenger no dudo en hacerse con los servicios de este jovencísimo chaval, nombrado mejor jugador del torneo y máximo goleador del mismo. Ese fue su salto a la palestra mediática, más por su vuelo hacia el Arsenal que por la brillantez de su mundial que le convirtió, pese  a ser  uno de los jugadores más jóvenes de aquella selección, en  su auténtico líder espiritual. 

Arsene sabía que fichaba a un jugador diferente, de altísima calidad y llamado a poder convertirse en un referente absoluto del equipo en el que jugara. Su proceso de formación siguió en los reservas del Arsenal, para debutar en Premier esa temporada, aunque su  entrada definitiva al primer equipo debería esperar. Volvió a poder ser visto en España un año después con motivo del europeo sub,17 de 2004. Nuevamente era el “niño” jefe  de los juveniles españoles que caerían ante la Francia de Nasri, Menez, Ben Arfa y Benzema. 

En su periplo juvenil con la selección española Cesc fue el 10 del equipo, mediapunta con total libertad en el esquema típico que utilizaban las inferiores nacionales en esa época, un 4-2-3-1 muy clásico. Su evolución hacia el mediocentro en el que se convirtió fue llevada de la mano de Arsene Wenger. El alsaciano fue transformando a Fábregas en un mediocentro de máximo nivel situándolo junto a la roca Viera. El español siempre dijo que Patrick fue su referencia para consolidar los conceptos de la posición. Desde allí vimos crecer a un imberbe Cesc que quemaba etapas a una velocidad de vértigo hasta convertirse en el capitán y auténtico señor del Arsenal. Su nivel fue superlativo en algunas temporadas en la Premier, superando en rendimiento a jugadores referenciales en su posición en la liga, como Steve Gerrard o Frank Lampard. 

Observábamos a un Fábregas que capitalizaba la generación de juego en un equipo que vivía en torno a la pelota. Recibía de los centrales, subía con la jugada, habilitaba a sus compañeros con una movilidad total respecto al balón ofreciendo multitud de desmarques de apoyo o ruptura, dominando los espacios entre líneas. Su trascendencia en el juego aumentaba cuando recibía de cara, independientemente de la distancia a la que se produjera su recepción de balón respecto a la portería contraria. Y encima se convertía en un jugador genial en las transiciones, acompañando las salidas a la contra, yendo a la presión tras pérdida o recuperando la posición cuando el rival salía desde su línea defensiva. Su explosión definitiva llegó cuando empezó a mostrar unos registros elevados en la realización, consiguiendo números de 10 cuando jugaba como mediocentro. 

Se había convertido en un mediocentro total, con un solo lunar en su trayectoria. Este no era otro que brillar en la selección española. Luis tiraba de él como reserva para ser el jugador con mayor capacidad de llegada de su “equipo”, pero no era titular ni referente como le ocurría en su club. Le tocaba vivir a la sombra de Xavi Hernández. Mientras que este lideraba el F.C. Barcelona y la selección nacional como temporizador de la posesión y del control de los partidos e  Iniesta se readaptaba a una rol diferente como jugador de desborde y decisivo en zonas de definición, siendo utilizado en posiciones de banda o como interior de llegada más que como organizador, Cesc empezaba a sufrir un calvario de lesiones que le alejaban de la élite del fútbol europeo. 

Al llegar Guardiola a Can Barça siempre lo tuvo claro, quería a Fábregas en su equipo. La situación del de Llorens de Mar  cada vez era más difícil. Las dos últimas temporadas observaba como el Arsenal no competía al nivel esperado y  él no podía liderar de forma constante a su equipo. Wenger no permitía su salida, sabedor del potencial de Cesc, y de la necesidad que tenía el club de Londres de su figura. Alejado de sus mejores momentos y esperando que su entrenador le “liberara”, no tuvo que pasar muy buenos momentos. Ver como el Barça llama a tu puerta de manera insistente y tu escuadra no da el rendimiento que esperas debe ser muy agotador en el plano mental. Podíamos observar a un Fábregas con un semblante que reflejaba su situación, se le notaba un exceso de ansiedad en el rostro y en su gesto. Había dejado de disfrutar del fútbol de la manera que lo hacía desde los 16 años.

El verano ha supuesto la liberación emocional absoluta de Cesc y una vuelta a sus orígenes. Ha regresado a casa como el hijo pródigo y lo ha hecho marcando diferencias desde su posición de origen. Guardiola, de momento, ha cerrado el debate sobre su encaje o no en el esquema Barça y su compatibilidad con Xavi o Thiago Alcántara sin prescindir del mediocentro ni de Iniesta como interior. Hemos visto que Pep tiene la intención, al menos momentáneamente, de volver a convertir a Fábregas en aquel 10 que deslumbró en su etapa juvenil capitaneando a una España de primera línea tanto europea como mundial. El “Noi de Santpedor” nos ha sorprendido a todos llevando al 4 blaugrana a sus orígenes para que marque diferencias con su capacidad de llegada y asociación con Messi. Flotando por delante de Xavi/Thiago e Iniesta, Cesc ha encontrado una libertad en el campo a la que sumar a la recuperada emocional. 

Ahora habrá que dejar que los acontecimientos se sucedan para ver si esta involución en el juego de Fábregas es definitiva en esta temporada o sólo una cuestión que veremos de forma eventual. Se abre una nueva vía en el Barcelona para dar mayor versatilidad si cabe a su juego con la presencia de un 4 en la posición de 10 con capacidad para marcar diferencias, muchas diferencias, lejos de lo que podría ser su posición fetiche. Lo que parece claro es que los espectadores saldremos ganando con esta acumulación de talento, esperaremos los partidos del F.C. Barcelona siempre con la intención de ver juntos a Xavi, Iniesta, Cesc, Messi, Pedro, Villa o Alexis Sánchez y no como muchos podríamos esperar, sacrificando la libertad de uno de los bajitos a la posición de mediocentro. Guardiola nos ha enseñado un caramelo demasiado apetitoso y estaremos ansiosos para que nos lo muestre la mayor de las veces.